viernes, 27 de mayo de 2011

Old times. 4

Hoy es un día extraño. Es 14 de Septiembre y son las 9. La noche se ha acelerado en caer y está oscuro. Llueve. Hacía tiempo que no escuchabas la lluvia. Las gotas caen, oyes a los chiquillos chillar y correr, los coches al pasar salpican. Las gotas caen sobre el techo de chapa y resuenan fuerte en tu mente. Llueve, y la lluvia ha empapado tu corazón de recuerdos de cuando el sol te hacía cerrar los ojos porque molestaba. ¡Maldito Lorenzo! Y apoyabas tu brazo en la ventanilla bajada, y dejabas que el aire te recordase qué era el frío, en un día extremadamente caluroso. Mirabas y veías verde, y azul. Ahora llueve. Los colores se han apagado menos el color rojizo de tus mejillas. Llueve y sientes frío. Añoras los brazos que te arropaban y el cuerpo que tan pegado a ti te hacía sudar. Añoras en una noche que ha roto la rutina del verano. Una noche que significa el final y el comienzo. Una noche en la que recuerdas un capítulo que se acaba. Una historia en la que has aprendido que unas veces se gana y otras veces se pierde, y que tú has ganado de forma sucia. Una historia en la que sacas como moraleja que la vida son idas y venidas, que no sabes nunca qué puede pasar por pintar palabras en un lienzo inadecuado. Una historia en la que he aprendido que crees saber, crees sentir, crees conocerte, pero que no sabes nada. Pero es una historia encerrada en un capítulo de mi corta vida, que ahora acaba con un simple punto para dar lugar a otro episodio. Y esto siempre va a ser así hasta que el destino escriba un punto y final.
Hoy ha sido un día extraño, ¿mañana también lo será?

2009.

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